El gran día 50... caramba que vuela el tiempo. No me había percatado de lo rápido que se nos pasan las cosas cuando disfrutamos del momento, más allá de los quehaceres cotidianos.
Hace 50 días que salí de la rutina, hace 50 días que me encuentro feliz conmigo mismo, hace 50 días que me siento acompañado incluso cuando estoy solo, hace 50 días que me dijeron que si a la pregunta más difícil que se puede formular, hace 50 días que me ubiqué en una dirección precisa (y valga decir, preciosa), hace 50 días que llego al final de la jornada contento porque cada vez falta menos para ir a visitarla, hace 50 días que por las noches hablo hasta el cansancio con alguien que me entiende, hace 50 días que paso la semana esperando su fin para subirme a un tren, hace 50 días que soy la persona más dichosa que podría ser jamás, hace 50 días que realmente estoy completo.
Es por todo eso y bastante más que te debo los 50 mejores amaneceres de mi vida, pensando en lo mucho que me gustaría que ese sueño se vuelva realidad; los mejores 50 atardeceres de mi vida, concibiendo ideas dignas de locos enamorados sea un tu comedor, una plaza o mirándonos fijo a los ojos; y las mejores 50 noches de mi vida, abrazandote hasta dormirme algunas y soñando que te abrazo hasta dormirme otras.
Nuevamente gracias por todo y felices 50 días.